Eucaristía del 11 de Octubre del 2020 "Tengo preparado el banquete...Venid venid a la boda".

 

Del Evangelio de San Mateo 22 1-14

"Tengo preparado el banquete...Venid a la boda".








HOMILÍA

El Evangelio nos habla  de un banquete universal, es decir que el llamado a la Salvación es para toda la humanidad, buenos y malos, santos y pecadores.

Jesús compara el Reino de Dios con un banquete, con una fiesta que empieza en este mundo y llega a su plenitud en el cielo,

Y la comparación es buena: nosotros sabemos que las comidas entre amigos y familiares son gratas, amenas, felices, en una comida hay alegría, fraternidad, amistad, comunión, participación, podemos entonces preguntarnos: cómo son nuestras Eucaristías? hay estos signos?

La invitación es para todos y es gratis, pero hay una exigencia y cada uno responde positiva o negativamente.

Ante la negativa  a la invitación al banquete, por parte de los judíos que son los privilegiados, el llamado se hace universal. Los privilegiados ahora son los pecadores, los gentiles, los paganos , los pobres, los marginados, los abandonados.

Con ellos es más fácil crear la comunión, la fraternidad, ellos están dispuestos a aceptar la comida de la alegría, la fraternidad, la comunión donde ciertamente está Dios.

De ahí que encontremos otra vez la preferencia de Jesús por los pobres y abandonados entre los cruces del camino.

 Se forma un nuevo pueblo conformado por buenos y malos, justos y pecadores.

Todos estamos llamados a participar del banquete escatológico común con Dios. pero que nos impide aceptar esta invitación: será nuestros asuntos, negocios, juegos, fincas, trabajos, paseos o porque no nos "nace"?.

Será que Dios es importante para mi vida? o no siento la necesidad de Dios.

Soy consciente que el Señor nunca se cansa de invitarme a participar cada ocho días del banquete de la Eucaristía, para luego participar del banquete escatológico.

Qué me impide participar a esta invitación?

Sólo acepto la invitación del Señor cuando me "nace" o porque siento necesidad?
Cuándo participo de la Eucaristía, saco un mensaje que sirva para cambiar de vida y así conseguir el traje de boda?

El señor nos llama y si NO respondemos positivamente, otros ocuparán nuestro lugar.  Y para esto nos exige un traje de fiesta, un traje de ser dignos hijos de Dios para no ser sacados del banquete.  Qué es entonces un  vestido limpio, nuestra conversión, nuestra fe.

De ahí que no basta ser invitado, se necesita el traje de fiesta.

Pidámosle al Señor que no mire nuestra indignidad y nos vista con el traje de fiesta, participemos de este banquete para luego participar del banquete celestial. Amén. 


Pbro. JOSÉ ELISEO BALLESTEROS B.
Párroco Divino Salvador de Sopó



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