"Jesús dijo: El principal mandamiento de la ley es: Amarás al Señor tu Dios y al prójimo como sí mismo".
"Jesús dijo: El principal mandamiento de la ley es: Amarás al Señor tu Dios y al prójimo como sí mismo".
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HOMILÍA DOMINGO 25 DE OCTUBRE 2020
En el Evangelio de San Mateo, vemos que los legistas o estudiosos de la ley le preguntan a Jesús cuál es el mandamiento principal de la Ley y Jesús responde: Amar Dios y Amar al Prójimo. en el Pentateuco o primeros cinco libros de la Biblia, los legistas encontraron más de seiscientas trece leyes o normas, la mayoría dedicados al culto, pero Jesús le da importancia a las personas , más que al culto.
Amar significa preferir a Dios por encima de personas, planes, gustos que yo tenga.
Amar es dar la vida como Jesú, y Cristo NO nos amó dibujando corazones o con palabras tiernas y hermosas. Dios nos amó entregándonos a su Hijo, el nos amó primero.
El amor de Jesús fue de donación, de servicio, de entrega, y si en este Evangelio nos pide amar, es porque nos ha dado la capacidad de AMAR. El cristiano debe creer en la gracia, en la fuerza que Dios nos da para amar a Dios y al Prójimo.
Quien logra amar, será amado y logra encontrar sentido a la vida y la alegría de vivir.
Cuando uno se siente amado por Dios, cambia su comportamiento y sus actitudes.
El desamor es fuente de enfermedades, de vicios, cuántas personas se enferman por la falta de amor de su esposa o esposo, de su novio o de su novia. Cuántos jóvenes se meen en vicios de la drogadicción, el alcoholismo o a prostitución porque dicen sus padres no lo quieren o porque peleó con el novio o la novia, perdiendo el sentido de la existencia.
Cuando se ama a Dios y a nuestros hermanos seremos correspondidos .
Cuántas veces se paga por buscar amor, y Dios nos ama gratis. Dejémonos amar por Dios y sintamos que El nos llena de gozo - de paz- y da sentido a nuestra existencia.
Jesús nos invita a amar con obras concretas, con hechos y NO con palabras, y si no amamos nos secamos y no sabemos para qué existimos.
Jesús nos invita a amar, por eso nos pregunta: Nos atrevemos a amar como Jesús? Él en la cruz y nosotros en las pequeñas cruces de la vida diaria.
Si amamos, el nos regalará el Espíritu Santo para que ablande nuestro corazón y seamos capaces de amar a Dios y al Prójimo.
Ante la pregunta de los Fariseos, Jesús da más importancia a las personas a Dios y al Prójimo que a las leyes humanas, o normas y culto. Más allá de nuestras prácticas de piedad, está el amor.
Por eso Jesús nos dice:En esto conocerán que son mis discípulos, si os tenéis amor unos a los otros, esa es la característica de los discípulos de Jesús.
De ahí que la novedad de todo discípulo es amar y seremos juzgados según nuestro grado de amor y el día de nuestra muerte nos dirá: Venid benditos de mi Padre porque vivieron la ley del amor o escucharemos: Alejaos de mí malvados, no os conozco, porque mató al prójimo con la lengua, con la calumnia, chisme o difamación. Los soposeños sacan el pecho diciendo: Sopó remanso de paz, pero yo más bien les digo, Sopó remanso de guerra o violencia, por que mata, se asesina difamando al prójimo. Muchos se sienten grandes y poderosos destruyendo la dignidad de los demás, pero Dios tarde o temprano hará justicia, y les hará ver su miseria
Pero cómo podemos alimentar el amor a Dios? amando y sirviendo al hermano. hacerle el bien sin esperar nada a cambio, no devolver mal por mal, perdonar las ofensas, no juzgarlo, no difamarlo, porque a veces se destruye la fama y la dignidad de los demás, difamando al hermano.
Si me siento profundamente amado por Dios, solo el fuego del amor de Dios enciende semillas de amor
en mi corazón, y me llevará a proyectarlo en mi prójimo, de lo contrario sembraré odio, chismes, violencia, calumnia.
El poder amar es un don de Dios. Pidámosle al Señor en ésta Eucaristía para que nos de un corazón grande para vivir el mandato principal de la ley: Un amor sin límites, un amor de servicio, de entrega, un amor hasta dar la vida a ejemplo de Jesucristo. AMÉN.
P. José Eliseo Ballesteros B.Parroquia Divino Salvador de Sopó
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