En aquel tiempo, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la estirpe de David; la virgen se llamaba María. El ángel, entrando en su presencia, dijo: «Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo.» Ella se turbó ante estas palabras y se preguntaba qué saludo era aquél. El ángel le dijo: «No temas, María, porque has encontrado gracia ante Dios. Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Será grande, se llamará Hijo del Altísimo, el Señor Dios le dará el trono de David, su padre, reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin.» Y María dijo al ángel: «¿Cómo será eso, pues no conozco a varón?» El ángel le contestó: «El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la fuerza del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el Santo que va a nacer se llamará Hijo de Dios. Ahí tienes a tu pariente Isabel, que, a pesar de su vejez, ha concebido un hijo, y ya está de seis meses la que llamaban estéril, porque para Dios nada hay imposible.» María contestó: «Aquí está la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra.» Y la dejó el ángel. Palabra del Señor.
HOMILÍA
Estamos celebrando el cuarto
domingo de Adviento, y vemos en este Evangelio en el misterio de la Encarnación
de Cristo en el seno de María Santísima como Dios decidió hacerse hombre en el
seno de María, y venir a formar parte de una familia de tener el privilegio de tener
un papá, una mamá, de una familia, Dios hubiera podido haberse manifestarse a
la humanidad como una persona adulta, pero no; quiso ser niño, aprender a
caminar como caminan los niños, aprender a hablar como hablan los niños a tener
las limitaciones propias de un niño.
Cuando Jesús vino hace más de dos
mil años, no todos conocieron a Jesús, tal vez muchos lo escucharon, vieron sus
milagros, pero no todos creyeron que Él era el Hijo de Dios, que era el Mesías,
Por eso se necesitaba fe, los judíos no creyeron y aun no siguen creyendo que
vino a este mundo, que se encarnó en María Santísima.
"Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente". EVANGELIO Lectura del santo evangelio según san Mateo (22,34-40): En aquel tiempo, los fariseos, al oír que Jesús había hecho callar a los saduceos, formaron grupo, y uno de ellos, que era experto en la Ley, le preguntó para ponerlo a prueba: «Maestro, ¿cuál es el mandamiento principal de la Ley?» Él le dijo: «"Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con todo tu ser." Este mandamiento es el principal y primero. El segundo es semejante a él: "Amarás a tu prójimo como a ti mismo." Estos dos mandamientos sostienen la Ley entera y los profetas.» Palabra del Señor HOMILÍA https://go.ivoox.com/rf/118582271
HISTORIA DE NUESTRA PARROQUIA DIVINO SALVADOR DE SOPÓ Inicialmente fue una capilla doctrinera fundada por los Dominicos en el año de 1612, su primera Eucaristía se celebró un 25 de mayo de 1653. Nuestra bella Parroquia es famosa por la colección de lienzos conocidos como Los Arcángeles de Sopó, únicas obras conocidas que detallan minuciosamente estos seres celestiales, óleos pintados según datos del Centro de Restauración entre 1675 y 1700 . En el siglo XVIII nuestro templo adquirió la forma que hoy tiene y que es parte del patrimonio cultural de Colombia por su antigüedad, arquitectura y contenido artístico. En su fachada se destaca el reloj actual que fue donado en 1912 por el entonces Presidente Marco Fidel Suárez. La iglesia fue restaurada por La Fundación para la conservación y restauración del Patrimonio Cultural Colombiano en 1984, siendo Presidente Belisario Betancur.
SEÑOR DE LA PIEDRA DE SOPÓ No es una pintura, tampoco una escultura y mucho menos un grabado elaborado por artista alguno. Apenas es una piedra amarillenta de solo quince centímetros de alta por doce de ancho y ocho de espesor que desde 1753 es admirada y defendida por los habitantes de Sopó, un pueblo de Cundinamarca, en el centro de Colombia. Documentos firmados por sacerdotes y testimonios de indígenas y campesinos de la época dan cuenta del hallazgo de la inusual figurilla, una historia con elementos y protagonistas muy similares a otras apariciones de Jesús y la Virgen María en distintos lugares del mundo. En este caso, se trata de una campesina que lavaba ropas de la parroquia en la quebrada La Moya en donde, un día cualquiera, observó que en el fondo de un pozo brillaba una luz que al salir a la superficie se convertía en “una claridad muy hermosa, casi indefinible”. Presa de la curiosidad, la lavandera metió un brazo en el pozo, tomó “una piedrecita que resplan...
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